Adicciones y depresión

Los jóvenes con depresión en Proyecto Hombre Madrid son un 15% más en tres años y este trastorno “cada vez aparece más”

- Alcohol, cannabis, benzodiacepinas y cocaína son las sustancias que más consumen

- Este sábado se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión

MADRID
SERVIMEDIA

El porcentaje de adolescentes y jóvenes de hasta unos 25 años que acuden a tratamiento en Proyecto Hombre Madrid y presentan depresión se ha incrementado en un 15% en los últimos tres años y este trastorno “cada vez aparece más” entre los usuarios atendidos en esta franja de edad, más de un millar en el mismo periodo. Las sustancias más consumidas por estos perfiles son alcohol, cannabis, benzodiacepinas y cocaína.

Así lo explicó el psicólogo en Proyecto Hombre Madrid Pablo Llama en declaraciones a Servimedia coincidiendo con el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, que se conmemora este sábado y en las que subrayó que el 11% de las personas que acuden a los recursos de la asociación presenta ideación suicida y que la depresión “es un trastorno mental bastante extendido” y ha crecido “especialmente en adolescentes”.

El especialista recordó que la “relación” entre depresión y adicciones “suele aparecer con bastante frecuencia” debido a que los síntomas depresivos generan “mucho malestar” y, quienes lo sufren, “pueden tener la tentación de intentar paliarlo a través del consumo de sustancias”.

“El trastorno depresivo aparece en muchos tipos de perfiles, estamos viendo que cada vez aparece más y cada vez aparece más en la adolescencia y en edades jóvenes”, advirtió, convencido de que “una de las causas” detrás de esta realidad pueden ser las “consecuencias” de la pandemia, que, a su juicio, “ha dejado también cierto rastro en cuestiones de salud mental” por “cómo hemos afrontado el estrés” que llevó aparejado.

Junto a ello, defendió que los adolescentes presentan una “mayor vulnerabilidad” por la etapa evolutiva que atraviesan, en la que, puntualizó, “tienen que empezar a identificarse, a generar una identidad propia, a separarse un poco de los padres” y es en ese momento en el que, además, aparecen “alrededor de la mitad de los trastornos de salud mental”.

MUCHAS DUDAS EN EL DIAGNÓSTICO

Tras advertir de que el hecho de que estos trastornos puedan aparecer a estas edades “genera también muchas dudas en cuanto a diagnóstico”, porque los expertos tienen dificultades para “diferenciar” si los posibles síntomas pueden ser “cosas de la edad” o denotan la existencia de un problema, aseguró que “otra de las causas importantes” del aumento de estos trastornos en esta población es el hecho de que los adolescentes se enfrentan a un mundo “muy demandante en cuanto a las relaciones sociales y a la toma de decisiones” y esa exigencia “aumenta los riesgos de desarrollar este tipo de sintomatología”.

A ello se une el hecho de que los adolescentes son más reticentes a pedir ayuda porque, según su experiencia, “suelen negar la problemática”, por lo que reclamó la implicación de su entorno para “ayudarles a pedir ayuda y a concienciarles de que quizás es la mejor manera de que dejen de sufrir”.

El experto denunció que “cerca de la mitad de los adolescentes y jóvenes que sufren trastornos depresivos nunca son atendidos” e hizo hincapié en la urgencia de “visibilizar” estos trastornos así como de “romper el estigma de los problemas de salud mental", convencido de que ejemplos como el del deportista de élite Ricky Rubio, que ha compartido “sin tapujos” sus problemas de salud mental, “ayudan mucho más” que lo que puedan “insistir” los propios profesionales y que las “grandes campañas publicitarias”.

“Es muy valiente por su parte y, sobre todo, pedagógicamente abre muchas puertas, porque es una persona con la que los jóvenes se pueden identificar y, de alguna manera, también es un ídolo”, agregó, sabedor de que el que “alguien así muestre esa vulnerabilidad es un ejemplo para toda la sociedad”.

SÍNTOMAS

Entre los síntomas que pueden indicar la posible presencia de un trastorno depresivo en un adolescente o joven, Llama destacó la irritabilidad y la “hostilidad”, la tristeza, la baja autoestima, la existencia de episodios de llanto, la disminución del interés o la ausencia del disfrute con relación a actividades “que antes les encantaban”, así como la tendencia a aislarse socialmente, a mostrar una responsabilidad “excesiva” o “culpabilidad” y el cambio de hábitos alimentarios o de los horarios del sueño.

“Si observamos esto, es importante que, en la medida de lo posible, contactemos con profesionales”, alertó, para precisar que “lo primero” que harán dichos profesionales será “valorar y diferenciar si se trata de una cuestión adaptativa normal, de una tristeza normal, una emoción que todas las personas sentimos y que es bueno que sintamos” o de una tristeza acompañada de “una pérdida muy fuerte de la capacidad de sentir placer” y de pensamientos “pesimistas”, que es la que debe despertar “preocupación”.

Por lo que se refiere al protocolo de intervención con adolescentes y jóvenes con trastorno depresivo en Proyecto Hombre Madrid, la entidad cuenta con un servicio de asesoramiento a padres y un servicio específico para jóvenes y Llama juzgó “muy importante contar también con la familia” que, a su entender, “va a ser parte de la solución”, que llegará tras un proceso que se centra en una evaluación “detallada” y un tratamiento “individualizado”.

Dicha intervención incluye trabajar “de manera transversal” varias “áreas fundamentales” como la gestión de la tristeza, el bajo estado de ánimo y la influencia que este tiene en el pensamiento así como “todo lo que tiene que ver con la activación conductual” para “reactivar” a la persona y ayudarle a “subir” su ánimo.

En este punto, se mostró convencido de que la intervención temprana “es fundamental” para “ahorrar muchísimo sufrimiento” a la persona y a su entorno más cercano y para evitar que “una cosa muy leve” derive en “una cosa muy grave, que puede acabar en suicidio en el peor de los casos”.

(SERVIMEDIA)
13 Ene 2024
MJR/clc