Lucas lleva 10 años trabajando en la organización de derechos humanos y ha sido presidente de Amnistía Internacional en Castilla y León. Inicia su mandato en un momento en que la organiación se plantea como reto fundamental responder de forma efectiva a la crisis de los derechos humanos y el recorte de libertades que se está produciendo en el mundo desde el 11 de septiembre.

La Asamblea General, en la que estuvieron presentes alrededor de 200 delegados representando a más de 25.000 socios, aprobó también el plan de acción de Amnistía, entre cuyos objetivos se encuentran que esta organización siga siendo una referencia para la sociedad española y que se consolide el trabajo de los grpos existentes por todo el territorio español.

En el transcurso de la Asamblea se trabajó también en las líneas que marcarán la campaña central de todo el movimiento internacional a lo largo de 2004: la lucha contra la violencia hacia las mujeres en el ámbito familiar.