En declaraciones a Servimedia, Tapia señaló que no cree que la "penosa" situación en la que se encuentran estos animales se deba a un error judicial. "Me cuesta creer que sea un error del juez", sentenció.

Apuntó como hipótesis que lo ocurrido pueda deberse al desconocimiento del administrador judicial nombrado en el caso a la hora de garantizar el mantenimiento de una finca de esta envergadura y con una cantidad de animales tan importante.

Según Tapia, los administradores nombrados por los jueces para estos casos suelen ser personas de prestigio que habitualmente están acostumbradas o centran su trabajo en la administración de empresas, por lo que la gestión de una finca de estas características le puede haber "pillado por sorpresa".

No obstante, el portavoz de JpD pidió que se aclare lo ocurrido para determinar quién o quienes tienen la responsabilidad, ya que considera que se trata de un asunto grave y penoso que afecta a la gestión judicial y de la Administración.

Los caballos que han muerto fallecieron por "dejadez alimenticia", según confirman varios certificados veterinarios, mientras que más de una decena de los equinos intervenidos se encuentran en estado deplorable.

En el caso de los animales fallecidos, los informes veterinarios se refieren en algunos casos a la ingesta repetida de arena de suelo y a otros problemas derivados de una incorrecta alimentación y falta de los cuidados pertinentes.