En un auto hecho público hoy, el juez asegura que los hechos no pueden ser constitutivos del citado delito, ya que "no consta" que las personas a las que se refieren las vías públicas, en este caso Eustaquio Mendizabal, alias "Txikia", y los hermanos Txabi y Joseba Etxebarrieta, fueran miembros de ETA.

A pesar de las acciones terroristas en las que presuntamente estuvieron involucrados, la pertenencia a ETA de estas tres personas, que fallecieron entre los años 1968 y 1973, no quedó probada judicialmente ya que nunca se les condenó por delito alguno relacionado con el terrorismo.

Pedraz recuerda que es necesaria una sentencia en firme para que una persona puede ser considerada como etarra y para que su ensalzamiento pueda ser interpretado como un delito de enaltecimiento del terrorismo.

El juez critica en su auto la querella de Dignidad y Justicia y señala que "la militancia en ETA" que atribuye a Mendizabal y a los hermanos Etxebarrieta así como "el relato pseudohistórico que efectúa" son sólo "meras apreciaciones de orden periodístico".

Además, Pedraz explica que al ser la designación de nombres para las calles "una decisión puramente administrativa", la persona que no esté de acuerdo con ella "lo que debe hacer es seguir el correspondiente procedimiento administrativo". "Esta es la vía que debió seguir el querellante y no la penal", añade.

Por último, Pedraz establece que, "dada la temeridad de la interposición de la querella por lo infundada y carente de toda consistencia jurídica", se impongan "simbólicamente" las costas procesales a Dignidad y Justicia.