En declaraciones a Servimedia, Cuesta suscribió las palabras del ministro del Interior, Mariano Rajoy, sobre la posibilidad de que alguien perteneciente a la "kale borroka" manpulase el juguete y lo transformase en un artefacto que "se parece a una mina antipersonas".

A su juicio, la realidad de los hechos apunta a que el juguete-bomba "entra en la línea de comportamiento del entorno de ETA, que sólo entiende la lógica de la violencia y el desprecio a la vida y a la integridad humana".

Por eso, la tesis del responsable de Interior "no es disparatada", ya que confió en que Rajoy dispone de elementos de juicio razonables que le llevan a defender esta posibilidad. Además,explicó que existe una "coincidencia en la ubicación" del juguete-bomba y la fecha en la que fue abandonado en la cafetería Txioka del casco viejo de San Sebastián. El mismo viernes, se produjo en esa misma zona una "movilización de apología del terrorismo" por parte de una serie de colectivos afines a ETA.

Cuesta creyó, al igual que Rajoy, que los simpatizantes de la organización terroristas podían haber utilizado el artefacto en esa manifestación o haber atentado con él contra alguien. En realidad, ste tipo de artilugios ya se han experimentado en otros lugares donde se practica el terrorismo callejero.

Por último, el secretario de Ciudades y de Política Municipal del PSOE destacó la dinámica de encuentros que han llevado a cabo los Departamentos de Interior de los Gobiernos vasco y central en el mes de agosto.

A su juicio, "la colaboración entre las Fuerzas de Seguridad presentes en el País Vasco es una de las mejores noticias de esperanza que se pueda dar a los ciudadanos para que tengan a certidumbre de lo que puede ser una actitud inequívoca en la lucha contra ETA".