En el acto de inauguración del curso de verano "Responsabilidad Social y Relaciones Laborales", organizado por la Universidad de Málaga, el consejero defendió que, aún en momentos de "ajuste severo" de la economía, las empresas no pueden dejar de profundizar en la cultura de la Responsabilidad Social Corporativa, ya que la apuesta por la calidad de los servicios y los productos es la única fórmula posible de destacar en un contexto mundial de fuerte competitividad.

En este ámbito, Fernández definió como empresas socialmente responsables en el área de las relaciones laborales a aquellas que apuestan por "normas transparentes y claras en la contratación laboral, presididas por la estabilidad" y que garantizan niveles salariales adecuados y jornadas de trabajo "sensatas no sólo en cuanto a su extensión, sino a su distribución".

Junto a estas premisas básicas, el consejero de Empleo enjuició que las empresas deben ir añadiendo otras medidas de carácter social si quieren mejorar su aplicación de la Responsabilidad Social Corporativa.

Entre estas medidas incluyó el fomento de la conciliación de la vida laboral y familiar o el cumplimiento estricto del derecho a la igualdad "aboliendo todo tipo de discriminación" en el seno de las empresas.

En cuanto a la prevención de riesgos laborales, Antonio Fernández aseguró que una empresa socialmente responsable "pone el derecho a la salud y la integridad física y moral como primera prioridad", y advirtió que no basta con el cumplimiento de la normativa vigente, sino que la prevención en materia de siniestralidad debe ser una causa "a la que sirva la empresa sin desmayo y de forma proselitista".

Por último, el consejero citó la formación continua de los trabajadores y otros beneficios como los sistemas de transporte colectivos, las guarderías o incentivos a través de viajes, como otras medidas que contribuyen a mejorar el cumplimiento de la esfera social y laboral de la Responsabilidad Social Corporativa.