Así lo indicó la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, en la rueda de prensa con motivo de la Asamblea General de la patronal española.

Kindelán insistió en la oposición del sector al impuesto y a que se haga permanente “en este momento”, pues lo enmarcó en un contexto de posibles bajadas de los tipos de interés, de financiaciones billonarias de la agenda europea y con riesgos geopolíticos por la guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás.

La presidenta de la AEB opinó que la permanencia del impuesto y “cargar al sector con 1.500 millones más” al año “no es una conversación” que se deba tener en este momento y avisó de que “sería una clarísima desventaja competitiva”.

“No entiendo estar hablando de un impuesto permanente cuando tenemos las circunstancias que tenemos”, insistió Kindelán, e incidió en que España sería “el único país europeo” planteándose hacer permanente el impuesto. Diferenció con Italia que en ese país el impuesto tiene una duración de un año.

Por otra parte, Kindelán también fue preguntada por la reunión que tuvo lugar ayer, jueves, en La Moncloa, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del sector inmobiliario y financiero y de la que salió una agilización normativa para iniciar las obras a la espera de obtener la licencia.

La AEB, que estuvo representada por su directora general, María Abascal, valoró positivamente el encuentro por haber citado a todos los implicados y defendió estimular la oferta y tener “previsibilidad regulatoria” para invertir.

“La vivienda es un reto de país”, consideró Kindelán, y reconoció que a los jóvenes se les puede ayudar. Puso de relieve que el sector financiero tiene la “responsabilidad” de financiar la vivienda e indicó que la cartera hipotecaria de la banca es de 500.000 millones de euros, habiendo dado acceso “al 80% de las familias en España”, ratio “muy superior” a la media europea.