Monseñor González Martín, cardenal Primado de España, pronunció la homilía de causura de las jornadas, y dijo a los miles de asistentes que "no puede complacer el mundo del terrorismo, la guerra, el sexo, la droga y el alcohol, no puede llenar el vacío de vuestra alma ese mundo, es un camino de destrucción por elque sin daros cuenta podéis caminar vencidos por la tentación".

El arzobispo, pidió también a los jóvenes que practiquen el catolicismo activo, y que no desliguen a Cristo de la Iglesia.

El nuncio del papa, monseñor Tagliaferri, repitió el mensaje de Juan Pablo II que alienta a los jóvenes a reavivar las raices cristianas para que se instaure en Europa "la civilizacióbn del amor. Basada en el respeto de los derechos de las personas, especialmente del derecho a la vida desde su concepción hasta su ocaso".

Un representante de los jóvenes, leyó las conclusiones de las jornadas de convivencia en el monte Do gozo, que admite que pertenecen a una "juventud light" acostumbrada a que sean otros los que les resuelban sus problemas.

El escrito final admite además, qe la Iglesia tiene contradicciones y los jóvenes se muestran críticos con ella, pero que se muestran también dispuestos a trabajar para aportar soluciones a las carencias que denuncian.

La peregrinación concluyó con un envio simbólico de jóvenes a Denver, donde este mismo mes se celebrará el Encuentro Mundial de la Juventud, con el Papa.