Ciencia

La leche ayudó a los tibetanos a sobrevivir hace 3.500 años en una de las zonas más inhóspitas de la Tierra

- El pastoreo lechero comenzó unos 2.000 años antes de lo que se pensaba, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Los productos lácteos fueron un componente clave en las dietas humanas hace unos 3.500 años en la meseta tibetana, conocida como 'tercer polo' o 'techo del mundo' y uno de los entornos más inhóspitos de la Tierra al aglutinar vastas tierras no cultivables.

Así lo sugiere un equipo de investigadores en un estudio publicado este miércoles en la revista ‘Science Advances’. El trabajo se basa en el análisis del cálculo dental de 40 individuos humanos localizados en 15 sitios de la meseta tibetana y concluye que el pastoreo lechero comenzó en ese lugar hace unos 3.500 años, unos dos milenios antes de lo que se pensaba anteriormente y lo que pudo haber sido clave para el asentamiento a largo plazo de poblaciones humanas.

El cálculo dental proporciona una fuente directa de información dietética antigua sobre humanos individuales porque las proteínas de los alimentos y otras sustancias quedan atrapadas en la matriz calcificada durante su formación, lo cual puede ayudar a evitar procesos de descomposición, apoyando la conservación a largo plazo de biomoléculas antiguas de ciertos alimentos como la leche.

“Tratamos de incluir a todos los individuos excavados con suficiente preservación de cálculo de la región de estudio”, afirma Li Tang, del Instituto Max Planck de Geoantropología (Alemania) y autor principal del estudio. Hongliang Lu, del Centro de Ciencias Arqueológicas de la Universidad de Sichuan (China), añade: "Nuestra evidencia de proteínas muestra que la lechería se introdujo en la meseta del interior hace al menos 3.500 años".

La evidencia de proteínas antiguas indica que los productos lácteos fueron consumidos por diversas poblaciones, incluidas mujeres y hombres, adultos y niños, así como personas tanto de élite como de no élite. Además, los montañeses tibetanos prehistóricos usaron productos lácteos procedentes de cabras, ovejas y posiblemente vacas y yaks. Los primeros pastores del Tíbet occidental parecen haber tenido preferencia por la leche de cabra.

“La adopción del pastoreo lechero ayudó a revolucionar la capacidad de las personas para ocupar gran parte de la meseta, particularmente las vastas áreas demasiado extremas para el cultivo”, recalca Nicole Boivin, del Instituto Max Planck de Geoantropología.

HASTA 4.654 METROS

Rastrear la producción lechera en el pasado ha sido durante mucho tiempo un desafío para los investigadores. Tradicionalmente, los arqueólogos analizaban los restos de animales y el interior de los recipientes de alimentos en busca de evidencia de lechería. Sin embargo, la capacidad de estas fuentes para proporcionar evidencia directa del consumo de leche a menudo es limitada.

“La paleoproteómica es una herramienta nueva y poderosa que nos permitió investigar las dietas tibetanas con un detalle sin precedentes”, subraya Shevan Wilkin, quien agrega: “El análisis de proteínas en el cálculo dental humano antiguo no solo ofrece evidencia directa de la ingesta dietética, sino que también nos permite identificar de qué especie proviene la leche”.

Sorprendentemente, todos los individuos con evidencia de consumo de leche fueron recuperados de sitios a más de 3.700 metros sobre el nivel del mar y casi la mitad estaban por encima de los 4.000 metros, con la mayor altitud en 4.654 metros.

“Está claro que la producción lechera fue crucial para apoyar la ocupación pastoril temprana de las tierras altas”, señala Shargan Wangdue, del Instituto de Conservación de Reliquias Culturales Tibetanas (China).

Li Tang concluye: "Los animales rumiantes podrían convertir la energía encerrada en los pastos alpinos en leche y carne nutritivas, y esto impulsó la expansión de las poblaciones humanas en algunos de los entornos más extremos del mundo".

(SERVIMEDIA)
12 Abr 2023
MGR/clc