LI PENG NO ACUDIO AL AYUNTAMIENTO DE BARCELONA POR MIEDO A LOS MANIFESTANTES
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El primer ministro chino, Li Peng, no acudió a la cita que tenía esta tarde con Pasqual Maragall en el Ayuntamiento de Barcelona, para no encontrarse con los 300 manifestantes que se habían concentrado en la plaza de Sant Jaume en protesta por su presencia en Cataluña.
Maragall explicó que había recibido una llamada telefónica del mbajador de la República Popular China en España a las 17,30 horas, en la que le comunicaba que se suspendía la visita de Li Peng al Ayuntamiento "por motivos de seguridad", según comentó el propio alcalde.
Pasqual Maragall calificó de "desafortunada" esta decisión y explicó que insistió ante el diplomático oriental diciéndole que la opinión pública valoraría mejor que Li Peng hubiera cruzado la plaza, "pero no quisieron".
Los servicios de seguridad del primer mandatario chino consideraron que ése no debía atravesar la plaza de Sant Jaume para ir al Ayuntamiento de Barcelona desde el Palau de la generalitat, donde se entrevistó con el presidente de autonómico, Jordi Pujol. El edificio del Ayuntamiento se encuentra frente a la sede del Gobierno catalán, en la misma plaza.
Unas 300 personas, según fuentes de la Guardia Urbana de Barcelona, participaron en la manifestación convocada por los sindicatos de universitarios catalanes para protestar por la presencia de Li Peng, considerado máximo respnsable de la matanza de estudiantes en la plaza de Tiananmen, en junio de 1990.
Los manifestantes, que se encontraron en la Rambla de Barcelona, llegaron hasta la plaza Sant Jaume mientras Li Peng visitaba a Pujol y arrojaron huevos, manzanas y tomates cada vez que alguna persona de la delegación china cruzaba la plaza.
El recinto fue totalmente vallado y custodiado por varias decenas de Mossos d'Esquadra. Los concentrados, que llevaban pancartas de protesta y claveles rojos, gritaron constantemete consignas como "Li Peng, asesino" y "Queremos al chino". Los estudiantes también pidieron la independencia del Tíbet.
A los actos de protesta también se sumaron las organizaciones juveniles de los partidos políticos catalanes y un grupo de jóvenes de las Juntas Españolas, que se manifestaron detrás de los primeros porque no fueron aceptados para concentrarse juntos.
El dispositivo policial montado en la plaza Sant Jaume también incluía diversos helicópteros del Cuerpo Nacional de Policía que vgilaron la zona. Además, miembros de este cuerpo permanecieron apostados en los tejados de los edificios cercanos.
La acogida al primer ministro chino en el Palau de la Generalitat fue calificada por fuentes de esta institución como "protocolaria", aunque no contó con la presencia del Consejo ejecutivo, como ocurre en la mayoría de las ocasiones en que presidentes y primeros ministros extranjeros la visitan.
Por otro lado, los grupos municipales de la oposición ya habían anunciado esta mañana queno estarían presentes en la recepción que Maragall había previsto ofrecer a Li Peng.
(SERVIMEDIA)
06 Feb 1992
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