Este dirigente, crítico con la estrategia de Julio Anguita, ve "legítimo" y "deseable" que la corriente Nueva Izquierda sea en el futuro un partido "y trabaje dentro de Izquierda Unida".

Taberner se mostró partidario de llegar a acuerdos con el Partido Socialista y promover pctos municipales entre ambas formaciones para arrebatar las alcaldías al Partido Popular donde exista mayoría de izquierdas.

Para el presidente de Izquierda Unida, las últimas elecciones generales obligan a efectuar "cambios estratégicos" que incluyan un acercamiento hacia el PSOE, "sin que ello suponga renunciar a un proyecto autónomo de Izquierda Unida".

Taberner defendió un debate interno en el seno de IU "porque se ha demostrado que el discurso seguido no ha sido el adecuado y tampoco se han onseguido nuestros objetivos electorales".