El consejero definió a las subvenciones al lino como "todo un montaje" y recordó que dentro de la investigación abierta también se incluye la solicitud de ayuda del delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha, Carlos Moro, que asciende a 25 millones de pesetas, que se unen a los 57 millones que ya ha obrado en las tres campañas pasadas.

El consejero catellano-manchego calificó de "gravísima" la situación creada por las subvenciones, que, sólo en la comunidad castellano-manchega, han pasado de 140 millones en el año 1994 a los 2.000 millones pagados en 1998 y los 4.000 previstos para 1999, que afectan sólo a 1.000 solicitudes.

Alonso denunció la proliferación "anormal" de empresas y sociedades que están "principalmente a nombre de mujeres" que ni siquiera residen en el lugar donde la sociedad iene fijada su base social, obligatoriamente en zonas productoras de lino.

"Hay toda una dinámica de ocultación sobre una situación con apariencia de legalidad pero que, bajo nuestro punto de vista, da lugar a situaciones, cuanto menos, inmorales", dijo el consejero, quien anunció que "vamos a centrar nuestra investigación en la industria transformadora, ya que es el lugar donde se ha nucleado el poder para cobrar las subvenciones".

INCENDIOS PROVOCADOS

Además, se da la característica especial e que alguna de las empresas trabajan por cuenta de algunos agricultores y que "curiosamente", según el consejero, en algunos casos se han detectado incendios de grandes cantidades de lino.

Recordó que esto tiene relación con que para recibir una subvención tiene que existir una venta previa del lino del año anterior, o bien declarar el "stock", según marca la normativa comunitaria.

"Como ni lo vendo ni declaro el 'stock', pues entonces lo quemo", dijo Alonso, quien insistió en que "no es razonabe" que un cultivo sin mercado ni precio tenga tanta salida como para "el boom espectacular" que se ha producido y que ha dado lugar al incremento de las ayudas.