En una rueda de prensa en la sede de su partido, donde se reunió durante más de una hora y media con representantes del Frente Polisario, Llamazares emplazó al Gobierno socialista a defender "sin ambigüedades" la autodeterminación del Sáhara occidental y la aplicación del denominado "plan Baker".

"Por vía de los discursos, pero sobre todo de los hechos, se están modificando los parámetros de la política española para el Magreb, y especialmente para el Sáhara", denunció el líder de IU, al reconocer al Gobierno marroquí como "potencia administradora" del territorio ocupado.

Manifestó su preocupación por el hecho de que, además de dar la razón a Marruecos, el Gobierno español podría, en lugar de invertir en desarrollo y democracia en este país, estar estableciendo "relaciones en materia de venta de armanento", lo que sería "gravísimo", porque vulneraría el derecho internacional, además de "favorecer y alimentar el conflicto".

Llamazares reiteró que el Sáhara "no está en el mercado de las relaciones entre España y Marruecos, que deben ser buenas", pero lo que hace el Gobierno es provocar "un desequilibrio en la zona favorable a las posiciones más inflexibles del Gobierno marroquí".

Concluyó que la política del Ejecutivo en esta materia "empezó siendo ambigua y ahora es muy contradictoria", porque a diferencia de otros países como Francia, España "carece de una hoja de ruta y está al último capricho del Gobierno marroquí".