Según informó hoy la CAM, el marco normativo aplicado es la Ley de Protección de Embalses y Zonas Húmedas de la Comunidad de Madrid, que se corresponde con el Plan Estratégico Especial para la Conservación y Uso Racional de los Humedales, aprobado por la Comisión Nacinal de Protección de la Naturaleza.

La normativa regional contempla un catálogo de los embalses y humedales de mayor singularidad y valor ambiental, la mitad de los cuales forma parte de espacios naturales protegidos, como es el caso de los parques naturales o regionales. El Plan de Actuación afecta tan sólo, consecuentemente, a las siete zonas húmedas catalogadas que no disponían de un régimen especial de protección.

Los objetivos fundamentales del Plan son proteger, conservar y restaurar la gea fauna y flora y el paisaje de los humedales y su entorno; mantener la calidad de las aguas; y fomentar en sus ámbitos las actividades científicas, educativas, culturales, recreativas y turísticas, en armonía con la conservación del medio.

El Plan ha sido estructurado en tres bloques. El primero de ellos consiste en la realización de un estudio del medio físico-químico y biótico y en la elaboración de un diagnóstico y valoración ambiental. La información recogida ha posibilitado la delimitación territrial de los humedales. El segundo bloque es la formalización de un programa de actuaciones orientadas a resolver los problemas detectados. A su vez, el tercer bloque radica en el establecimiento de unas normas de protección generales para todos los humedales y específicas para cada uno de ellos.

El valor de los humedales madrileños estriba en su condición de sistemas naturales de especial interés medioambiental, por sus implicaciones en el ciclo global del agua y por su papel en los procesos ecológico básicos, como el mantenimiento de redes tróficas, la diversificación de los ecosistemas y su condición de enclave para la nidificación o el reposo de las aves migratorias. Los humedales albergan asimismo numerosas especies de plantas y animales.