La empresa deberá elaborar un plan de "eliminación de los efluenes líquidos residuales derivados del proceso, que no implique su vertido al Sistema Integral de Saneamiento, o bien diseñar un sistema de tratamiento de sus vertidos líquidos procedentes de su proceso productivo adecuado para reducir su carga contaminante hasta alcanzar los límites establecidos por la normativa vigente".

Estas decisiones están contenidas en la resolución al expediente abierto a esta aceitera, a raíz del accidente en el que perdió la vida uno de los dueños de la empresa por inhalación e gases tóxicos.

Asimismo, la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Regional ha decidido "cerrar el trámite de información reservada, iniciado el 2 de junio, al haberse detectado hechos que pueden ser constitutivos de infracción, iniciándose las actuaciones correspondientes para exigir responsabilidades por la ocultación de datos sobre la calidad del vertido".

Otras de las infracciones detectadas por los técnicos de Medio Ambiente es la "no presentación de la documentación exigida en la autorzación de gestor de residuos tóxicos y peligrosos en el periodo comprendido entre febrero y mayo de 1997".