Una patrulla de la Policía Municipl acudió al mencionado desguace tras recibir el aviso del propietario de una de las furgonetas robadas, quien comunicó a los agentes que sospechaba que el vehículo sustraído se encontraba en ese lugar.

Una vez allí, la policía verificó la propiedad de la furgoneta y comprobó que en el desguace se encontraban otros tres vehículos, una furgoneta y dos turismos, ambos marca Talbot, que también estaban denunciados como sustraídos.

Los agentes preguntaron al dueño del desguace por la procedencia de esos coches, que, según indicó, desconocía. El propietario, Antonio R.C., de 52 años, sólo aportó la factura de compra y admitió que había adquirido los vehículos sin la carta de baja correspondiente y sin verificar la documentación.

Los agentes procedieron a la detención del sospechoso y le trasladaron a comisaría para que la Policía Nacional continúe con las investigaciones que les lleven hasta las personas que vendieron los vehículos sustraídos al desguace.

Según informaron fuentes policiales, e general los desguaces que compran coches robados utilizan el método del repicado, que consiste en cambiar los números de bastidor y las placas de matrícula y venderlos posteriormente. En otros casos los desmontan y venden sueltas las piezas, con lo que el vehículo sustraído nunca se recupera.