Los detenidos son: Lucila R.J., de 29 años; su esposo Manuel F.F., de 31, propietarios de la chabola donde se traficaba; un sobrino de éstos, meno de edad, que realizaba funciones de vigilancia en el entorno;Francisco P.S., de 35; su mujer concepción S.G., de 36, y Juan Carlos M.R., de 26, estos tres últimos "machacas" ubicados en puntos estratégicos de acceso al poblado y a la vivienda.

Los policías de esta comisaría venían observando la cada vez mayor afluencia de toxicómanos a una chabola situada en el principal acceso al poblado de las Barranquillas. Sus propietarios, conocidos como "los Mellis", eran un matrimonio que ya había sido detendo con anterioridad por traficar con drogas.

En esta ocasión, la actuación policial fue difícil por las medidas de seguridad que observaban: mantenían a un toxicómano como "machaca", situado a la entrada del poblado, encargado de alertar ante una eventual presencia policial. Además, habían colocado dos puertas para acceder a la chabola: la primera consistía en un enrejado metálico que daba acceso a un patio y a continuación una puerta metálica con un ventanillo donde un segundo "machaca" se cerciorabade que era gente conocida a quien se abría la puerta. Por último, contaban con una estufa permanentemente encendida para quemar la droga en caso de registro.

Un dispositivo de vigilancia permitió a los agentes conocer todos estos extremos y, tras realizar varias actas de incautación a toxicómanos que salían de esta chabola, se solicitó mandamiento de entrada y registro para la vivienda.

Una vez concedido, un grupo de agentes caracterizados se acercaron y lograron que los "machacas" no se percatarn de su condición y les abrieran la puerta. Una vez en el interior se identificaron y redujeron a sus ocupantes, que no tuvieron tiempo de reacción ante la sorpresa.

En el interior encontraron una bolsa con 87 gramos de heroína, 178 de cocaína, una báscula de precisión y otros enseres para la venta de estupefacientes al menudeo. En una caja fuerte, había otros 100 gramos de cocaína. Además, 150.000 pesetas en monedas de 100, y 600.000 pesetas en billetes de 1.000.

A excepción del detenido menor d edad, todos cuentan con antecedentes policiales por el mismo motivo y por delitos contra la propiedad. Han pasado ya, a disposición judicial.