La detenida entraba en contacto con clientes que acudían a su establecimiento, generalmente jóvenes que estaban a punto de contraer matrimonio, y les ofrecía pesentarles a un alto cargo en la Comunidad de Madrid, a través del cual obtendrían un piso de protección oficial.

La estafadora pedía a cambio de la "gestión" una cantidad de dinero para tramitarles la documentación. En el momento de su detención, la detenida tenía en su poder un millón trescientas mil pesetas, además de gran cantidad de fotocopias de carnés de identidad, N.I.F., nóminas o libros de familia.

Tras establecer el contacto, María Luisa simulaba una llamada telefónica, que siempre dab comunicando, les pedía las fotocopias de los documentos y el dinero.

Según las indicaciones de la estafadora, el contacto influyente de la Comunidad de Madrid les manadaría un mensajero para recoger el sobre y se encargaría de todo. Poco después, deberían recibir un telegrama con la cita ante el notario para la firma de las escrituras del piso adjudicado.

La polivalencia del personaje le permitía resolver, igualmente, problemas relacionados con la jubilación y las prestaciones de invalidez, comoel caso de un matrimonio al que estafó un millón y medio de pesetas para gestionarles la jubilación de la mujer. Las prestaciones de viudedad se resolvían de la misma manera; a una viuda logró estafarle ochocientas mil pesetas para obtener una pensión.

Hasta el momento, la suma de dinero entregado a María Luisa asciende a unos seis millones de pesetas, recogido a personas con bajo poder adquisitivo. En total, treinta y ocho parejas habían solicitado sus servicios para obtener un piso y una pareja y un viuda solicitaron una pensión.