Según informó este jueves la vicealcaldesa de Madrid y delegada del Área de Seguridad y Emergencias, el simulacro se celebró el miércoles y contó con la participación de más de una veintena de servicios, tanto municipales como de otras administraciones, con el objetivo de estar preparados y ser capaces de dar una respuesta adecuada a una eventual situación de emergencia por inundación que pudiera acaecer en la capital.

Este simulacro que forma parte de las acciones de implantación del Plan de Actuación de Inundaciones del Ayuntamiento de Madrid (Pianunam), el ejercicio ha incluido la activación tanto en fase de alerta y seguimiento, inicialmente, como su elevación posterior a la fase de emergencia, antes de su desactivación final.

Sanz señaló que "los objetivos de este simulacro ha sido identificar la información disponible de los órganos competentes, chequear las comunicaciones y la coordinación entre administraciones, ejercitar los avisos a la población y chequear las acciones propias de los grupos de intervención y evacuaciones".

CRECIDA BRUSCA Y LLUVIA TORRENCIAL

El escenario inicial de la activación ha sido la crecida brusca del río Manzanares por las fuertes lluvias acumuladas durante más de 20 días a lo largo de las cuencas altas, junto con el deshielo en esas zonas, lo que provoca tanques de tormenta colapsados y un vertido directo al río. Además, se sumó una tormenta torrencial localizada sobre la ciudad de Madrid y el desembalse de importantes caudales de agua la presa de El Pardo, provocando una fuerte crecida con inundación en la ribera del Manzanares, entre el Puente de los Franceses y el Puente de Segovia.

Ante esta situación simulada, con los datos y previsiones de Aemet y de la Confederación Hidrográfica del Tajo y con la información sobre desembalses de presas del Canal de Isabel II recibidos de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 de la Comunidad, el alcalde de Madrid decreta la activación del Painunam en su fase de alerta y seguimiento (situación operativa 0), posteriormente elevada a la fase de emergencia (situación operativa 1).

En este contexto se constituye el Centro de Coordinación Operativa (Cecopal) en la sede del Cisem (Centro Integrado de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid), con presencia de efectivos del Cuerpo municipal de Bomberos, de Policía Municipal, de Samur-Protección Civil, de Gestión y Vigilancia de la Circulación, de Conservación de Vías, de Servicios Sociales, de Comunicación, de Emergencias Madrid, de Agua y Zonas Verdes, de Coordinación Territorial y Desconcentración, de Calle 30, de Limpieza y Residuos y de EMT Madrid.

También toman parte por vía telemática Vía telemática representantes de otras administraciones como ASEM-112 de la Comunidad, Delegación del Gobierno, Confederación Hidrográfica del Tajo, Aemet, DGT, Demarcación de Carreteras, Carreteras Madrid, Consorcio de Transportes y Canal de Isabel II. También se habilitó un Puesto de Mando Avanzando, en Moncloa-Aravaca.

EVACUACIÓN DE MAYORES Y CABALLERIZAS

Como parte del simulacro, los servicios de emergencias también llevaron a cabo misiones simuladas y con empleo de figurantes. Entre las reales, la evacuación de las caballerizas y del personal del Escuadrón de Caballería de Policía Municipal; un rescate acuático en compuerta 3 a cargo del Cuerpo de Bomberos; la búsqueda de una persona desaparecida por las orillas del río, empleando también los drones de Policía; la evacuación de una residencia de mayores (con figurantes); la zonificación y evacuación de personas sin hogar (con figurantes); el balizamiento de zonas inundables o la gestión de cortes de tráfico y desvíos provisionales en el marco del plan de movilidad.

En el caso de las misiones simuladas, se abordó el confinamiento de una planta del Hospital de Moncloa, vertidos extraordinarios de estaciones de tratamiento, la activación de Es-Alert para enviar un mensaje a la población así como avisos de recomendaciones de autoprotección, y la evacuación de túneles por inundaciones.

Tras la ejecución del simulacro, los servicios de emergencias ponen en marcha la fase de conclusiones con reuniones internas para evaluar las acciones y tomar nota de las lecciones aprendidas que se puedan aplicar en casos reales, como el que se dio en marzo de este año en Madrid.