Los navegantes se encontraban frente a la costa de Valencia cuando les sorprendió un fuerte viento que alcanzó los 40 nudos. Tras lograr comunicarse con su hermana, el hombre avisó al 091 de la situación y éste se puso en contacto con el Servicio de Rescate de la Comandancia de Marina de Valencia.

Al mismo tiempo, el jefe de sala hablaba por el teléfono móvil con los naveganes, que confirmaron lo peligroso de la situación. Sin embargo, pasadas las 2 de la madrugada la Comandancia de Marina comunicó que ya había entrado en contacto con la embarcación y que ésta se encontraba fuera de peligro.

La tormenta había pasado y las condiciones meteorológicas se estabilizaron, por lo que no era necesario efectuar el rescate. No obstante, el Servicio de Salvamento tenía el barco bajo control por si era preciso intervenir.