El edificio combina las características del circo (una tribuna circular, como el resto de las plazas de toros) con las del teatro (la zona de sombra de las gradas se eleva progresivamente mientras que en el lado opuesto, encima de la puerta grande, deja espacio para un escenario cuierto donde se pueden representar obras de teatro o espectáculos musicales).

Este perfil inclinado del graderío le da una personalidad propia al proyecto, obra de los arquitectos Francisco Javier Casado, Mauro Barrientos y Jesús Ramos, que ganó el concurso municipal en competición con otras 39 propuestas.

Construido sobre una superficie total de 36.760 metros cuadrados, el edificio está situado junto a la Autovía de Extremadura. Entre el ruedo y la autovía hay un aparcamiento en superficie para 40 plazas.

El albero, de 40 metros de diámetro, está rodeado del mencionado graderío, con un aforo para 5.000 espectadores. La principal peculiaridad de la plaza de toros es su polivalencia, ya que permite una perfecta visión tanto del ruedo como del escenario.

Los materiales predominantes de la plaza son el hormigón blanco y el ladrillo visto. La planta baja está dividida en diferentes módulos: locales comerciales, camerino, quirófano, enfermería y oficinas por una parte; chiqueros, toriles, puera de desembarque y corrales, por otra, y un tercer módulo con la sala de toreros, camerinos-capilla, el paseíllo, el patio de caballos, las cuadras y el desolladero.

En principio, la plaza de toros-teatro iba a ser inaugurada el 2 de mayo, coincidiendo con las fiestas de la Comunidad de Madrid, pero el acabado de las obras ha obligado a posponer diez días la apertura.