La víctima, que rompió con su e novio el pasado 6 de enero tras diez meses de relación, denunció a su agresor -un argentino residente ilegal en España desde hace tres años- en el servicio de atención a la mujer de la policía de Sevilla.

Diez días más tarde de la separación, el ex novio entró en su domicilio por la ventana, le rompió el tabique nasal, y la ató de pies y manos durante todo un fin de semana, mientras la amenazaba con un cuchillo de cocina.

Durante ese tiempo estuvo tapada con un manta. El agresor puso el volumen el equipo de música muy alto para que los vecinos no pudieran escuchar los gritos de la mujer.

Después de 48 horas de secuestro, la mujer logró convencerle para que le dejara en libertad, ya que si no volvía a su trabajo iba a levantar sospechas. Fue entonces cuando pudo acudir a un centro hospitalario para que le atendieran de sus heridas y denunciarle en la Policía.