Esta fórmula de ventas se enmarca dentro de la tendencia a un creciente acercamiento al cliente que se observa en el mercado financiero.

Mapfre Vida ha iniciado una primera etapa de test con 50 de estos 500 vendedores a los que ya se ha equipado de desarrollo informático necesario, así como de un teléfono portátil.

En función de los resultados, la compañía irá extendiendo el uso de estos medios a los restantes 450, que, aunque disponen de un ordenador portátil, no contiene los desarrollos más modernos.

La iniciativa es similar a la que Barclays Vida y Pensiones acaba de anunciar, si bien, con un equipo mucho más reducido y con una actitud comercial menos agresiva y más netamente asesora, como corresponde a la gama de clientela de clase meda-alta a la que siempres e dirige el grupo británico.

Mientras los 13 asesores de Barclays podrían llegar a aconsejar a sus clientes que acudan a otra entidad de la competencia, si bien es una opción de más que dudosa realización, los asesores de Mapfre Vida intentarán por todos los medios rematar la operación en la visita al cliente, hasta el punto de firmar en ese momento la póliza y trasmitirla en tiempo real a la compañía.