Aunque se declara no nacionalista, sí se define como tal cuando se lo pregunta desde Madrid "un nacionalista que se igora como tal, de aquéllos que piensan que el problema del catalán se solucionaría hablando todo el mundo en castellano". "Cuando me encuentro frente a un nacionalismo de Estado implícito, entonces me defino como nacionalista catalán".

Respecto a su futura candidatura como presidente autonómico, Maragall se muestra dispuesto a dialogar sobre una posible coalición de los partidos de centro-izquierda, aunque matiza que esta propuesta no se dirige a ningún partido en concreto, "sino a gente que militaba e el antifranquismo desde partidos distintos y que ahora ya no están en ninguna organización".

Se muestra convencido de que habrá una confluencia de fuerzas de centro y de izquierda en torno a su candidatura, "pero no porque crea que el PSC no puede ganar en solitario a Convergència i Unió, sino porque estamos inmersos en un cambio general de la política, y una de estas transformaciones más evidentes es la ampliación de las fronteras de los partidos".

Sobre lo que puede ofrecer a Cataluña, Maragal afirma que, de momento, "mi oferta es escuchar", ya que tras un año alejado de la política no puede llegar y dictar lo que hay que hacer, "aunque una cosa sí estará en mi oferta: la construcción de un proyecto catalán de gran respeto a Europa y a las ciudades".