Martínez Campillo afirmó que "la sequía no es el mal de este país, sino la mala distribución de los recursos existentes". A su juicio, "España tiene que ser independiente del clima, porque es un país que vive e pleno terremoto hidráulico".

Como solución urgente al problema, propuso la conexión inmediata de todas tuberías del país en forma de aspa, de forma que las cuencas excedentarias, como las del Duero y el Ebro, trasvasarían agua a través del Tajo a las cuencas del Guadiana, Guadalquivir y Segura.

Asimismo, indicó que cualquier discusión entre Tajo y Segura es mezquina y aseguró que "si no se aborda el problema mediante la conexión de cuencas, las discusiones entre comunidades autónomas serán sangrentas".

Por último, manifestó que el Consejo General del Agua debería cambiarse, ya que, a juicio del CDS, hay demasiados funcionarios y administrativos y el problema es eminentemente político.