Martínez Noval, que intervino en un almuerzo-coloquio sobre "La libre circulación de trabajadores en 1992", organizado por el Consejo Español del Movimiento Europeo, señaló, no obstante, que el empleo en España "sigue creciendo en términos netos, tendencia que no se produce en mucho de los países de la CE".

Recordó que, aunque el incremento del desempleo en noviembre,cuarto mes en el que aumenta consecutivamente, fue tres veces superior al del mismo mes de 1990, la cifra neta de paro en los once primeros meses del año cayó en 24.500 personas.

El ministro se refirió también al acuerdo alcanzado ayer en Maastricht para la unión política y económica de la CE y opinó que no habrá problemas importantes para lograr la cohesión social en Europa.

Explicó que los niveles de cobertura social están bastante próximos entre los países de la CE, aunque reconoció que todaví hay diferencias entre España y otros "socios" de la Comunidad respecto a las prestaciones sociales que ofrecen.

Advirtió, sin embargo, que una eventual igualación de las prestaciones exigiría una equiparación también en las cotizaciones sociales, pero se mostró convencido de que ningún país va a plantearlo.

Por su parte, CCOO y UGT coincidieron en calificar 1991 como un "año perdido" para lograr una sensible recuperación del empleo en España respecto a la tasa media de parados de la CE, y reclamron al Gobierno "medidas urgentes de reindustrialización negociadas con los sindicatos".

Los responsables de UGT opinaron que "lo peor de todo es la ausencia de políticas de cara al futuro inmediato para alterar la fatídica tendencia que nos mantiene a la cabeza de la CE en el 'ranking' de desempleo".

Para la central socialista, los datos disponibles permiten prever que a finales de año habrá más desempleados que en las mismas fechas del año anterior, por lo que "la promesa de crear 100.000 puests de trabajo se quedará en un puro espejismo".

Por su parte, CCOO señaló que la política de empleo del Gobierno basarse en programas de reindustrialización que frenen la tendencia a la destrucción de puestos de trabajo en el sector industrial.

A juicio de Comisiones, las empresas públicas deben servir de ejemplo a las privadas en la reactivación económica y en la creación de empleo, y el Gobierno tiene la responsabilidad de hacer reformas estructurales del mercado de trabajo para facilitar esas mjoras.

También USO criticó al Gobierno y afirmó que "de nada sirve llenarnos de gozo ante los éxitos de la política exterior, si el Gobierno es incapaz de poner en orden los problemas de casa".

En su opinión, "si los expedientes de regulación de empleo siguen sucediéndose sin orden ni concierto y el Gobierno no pone en marcha una política generadora de empleo estable, estaremos inmersos en una dinámica inevitable de desindistrialización".