Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos totales ascienden a 290,1 millones de euros, lo que supone un descenso del 48% respecto al mismo periodo de 2007.

El Ebitda de la inmobiliaria mostró un saldo negativo de 61,5 millones de euros entre enero y septiembre, frente a los 195 millones de euros del pasado ejercicio.

La empresa explica que la declaración de concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) no interrumpe la actividad empresarial de la compañía.

"Durante las últimas semanas se han intensificado dichos encuentros (con los acreedores de la compañía) dado el interés mostrado hasta la fecha de los distintos acreedores, en llegar a un acuerdo lo más rápido posible que elimine cualquier duda sobre el futuro de la compañía", afirma Martinsa-Fadesa.

La inmobiliaria asegura que está encontrando "colaboración necesaria" entre las distintas instituciones, acreedores y entidades financieras involucradas, para reiniciar promociones en curso que habían sido paralizadas. Así, hasta la fecha se ha reiniciado la construcción de 770 viviendas y una torre de oficinas.