Esta elevada cifra ha llevado a la OIT a plantearse, con motivo de su 75 aniversario, hacer un nuevo esfuerzo para intentar reducir las muertes en las minas. En concreto, la Conferencia Internacional del Trabajo, que se reunirá en Ginebra del 7 al 24 de junio, trabajará en los próximos dos años en la elaboración de nuevas normas para mejorar la seguridad y la salud de los 25 millones de trabajadores empleados en las minas en tod el mundo.

Para la OIT, la adopción de nuevas normas internacionales para el sector minero es muy importante, porque en la minería están en peligro la vida y la integridad física de muchos trabajadores y porque la industria minera tiene gran relevancia en muchos estados miembros de esta organización.

Además, la OIT considera qeu las normas actuales de la organización sobre salud y seguridad en el trabajo, así como la legislación existente en gran número de países, "son inadecuadas para hacer frene a las necesidades específicas de este sector en lo que concierne a la prevención de los accidentes y enfermedades laborales.

Las nuevas normas que propone la OIT se aplicarán a todas las actividades mineras, tanto a las que se lleven a cabo en la superficie como en las galerías subterráneas. Las disposiciones incluirán la necesidad de una reglamentación específica sobre la prevención de accidentes y enfermedades laborales, así como procedimientos para aplicarlas.

En ellas se especificarán las oligaciones y responsabilidades de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores en materia de salud y seguridad en las minas y se mencionará debidamente la necesidad de cooperación entre empresarios y empleados.

PRINCIPALES CAUSAS

Aunque el informe de la OIT habla de 15.000 muertos en las minas al año, la propia OIT cree que en realidad son más las muertes que se cobra este sector, ya que "resulta muy difícil acopiar estadísticas sobre los accidentes mortales y, además, se sospecha que las que s comunican distan mucho de ser completas".

Según la OIT, a las principales causas de mortalidad, como los derrumbes, explosiones y hundimientos repentinos, hay que añadir otros riesgos graves para la salud, debido a que los mineros están constantemente expuestos a niveles de extremos de ruido, vibraciones, cambios de calor y frío, productos químicos dañinos, materiales radiactivos, gases y polvos y estrés causado por la ejecución de tareaas repetitivas.

La OIT explica que los progresos tecnológics han transformado la minería en muchos países y han eliminado viejos peligros, "pero en algunos casos han creado otros nuevos", ya que las grandes dragas de cable, las palas mecánicas, las excavadoras, las máquinas rasadoras para carbón y las perforadoras permiten llegar a profundidades cada vez mayores y extraer rápidamente el carbón.

Esta organización advierte de los problemas que se presentan en las explotaciones mineras de pequeña escala, muchas de las cuales se encuentran fuera del ámbito de la eguridad nacional y la legislación relativa a la salud.

Según el informe de la OIT, de los análisis efectuados en los países desarrollados se desprende que los accidentes en el sector minero se deben, en su mayor parte, a errores humanos y a la aplicación de procedimientos poco seguros. Por ello, esta organización considera que una formación global "reduciría la frecuencia de los accidentes".