Considera que "el escenario, para CiU de cara a los comicios del próximo 1 de noviembre, es favorable porque el tripartito ha fracasado. Pero nuestro gran reto es ganar el 1-N con margen para evitar otro tripartito. Está preliquidado pero no enterrado".

En una entrevista en "El Periódico de Cataluña" recogida por Servimedia, Mas insiste que el 1-N se plantea como una encrucijada entre tripartito y CiU porque "el PP, no contará desde el punto de vista de los pactos. El del PP es un voto bastante inútil. No solo no gobernará, sino que cada voto que vaya a sus listas supondrá restar capacidad a CiU, la única fuerza que puede vencer al tripartito".

Sin embargo dijo que, para ser presidente, no puede rechazar los votos del PP, "lo haría, pero no puedo. Ni yo, ni Montilla (candidato del PSC) ni nadie, porque los votos son libres. Lo que sí puedo hacer es no sellar un pacto con el PP para la Presidencia de la Generalitat ni alcanzar acuerdos permanentes y estables de legislatura, es mi compromiso público".

Además, el dirigente de CiU mantiene que "votar a ERC es hacer presidente a Montilla, y que renunciaría a ser presidente si no gana las elecciones. "No puede volver a haber en Cataluña un presidente pactado en dos o tres despachos, que haya perdido unas elecciones, débil, sin autoridad moral y política, y como consecuencia, un Gobierno que acaba siendo simplemente la suma de una serie de intereses de poder".

Por otra parte, Mas habló del modelo político que adoptará en Cataluña. Dijo que "habrá una parte importante de gestión, pero también tenemos que hablar de cómo se defiende la personalidad de Cataluña y de cómo se relaciona con el resto del Estado. En todos los sentidos, no es lo mismo un gobierno liderado por CiU que otro por el PSC. Son dos modelos".

Para él, "el de una izquierda oxidada y el modelo de un liberalismo social, o de un humanismo liberal, que es el que defiende CiU. Y aunque en Europa hay izquierdas muy avanzadas, la catalana se ha quedado anclada en el pasado. Lo hemos visto este verano en el tema de la inmigración", señaló.

Añadió sobre ese asunto que "no es que no puedan llegar a votar, pero antes hay muchas otras cuestiones a resolver, como un mejor control de la inmigración, la selección en origen, la integración y el sentido de pertenencia".

Los partidos de la izquierda catalana hoy son "tremendamente inmovilistas", agregó, porque son "muy conservadores".

Por otro lado,Mas señaló que Jordi Hereu, que sustituirá a Joan Clos al frente del consistorio barcelonés, "se ha de ganar el puesto, porque ahora será alcalde a dedo". Añadió que "igual que Maragall y Clos fueron alcaldes a dedo. Parece que es la técnica del PSC, de poca calidad democrática".

"Además, concluyó, sacar a nueve meses de las elecciones un alcalde que hace poco decía que quería repetir, es un fracaso del PSC, una prueba de que el modelo socialista en Barcelona está agotado. Creo que ahora, Xavier Trias tiene más posibilidades de ser el futuro alcalde".