Maestre apoyó la huelga y animó a “todo el que quiera y pueda” a acudir a este viernes a la plaza de Cibeles a una concentración convocada por las trabajadoras, para “reclamar mejoras” en un servicio que calificó de “fundamental” y que debería estar protegiendo “a la mitad de las habitantes de esta ciudad”, pero que “se enfrenta a recortes” y a un “completo abandono” desde el Consistorio.

“Han decidido ponerse de huelga para reclamar, por una parte, condiciones laborales dignas y justas y, por otra parte, que el Ayuntamiento ponga los recursos suficientes para que un servicio tan importante como la atención y la prevención de la violencia de género en Madrid, cuente con todos los servicios necesarios”, explicó.

La portavoz lamentó que, actualmente, “cuando una mujer llama a ese servicio de atención a víctimas de violencia de género, puede tardar hasta dos meses en tener una primera cita de valoración”, cuando muchas de esas mujeres se encuentran en una “situación de riesgo inminente”. Añadió que el Ayuntamiento tiene “15 plazas para todas las mujeres en esa situación” en Madrid.

Maestre además espetó que “en esos procesos tan duros, en los que hay que mediar una separación”, a veces "una denuncia” o “directamente una huida inmediata porque tú o tus hijos estáis en un peligro inminente, el Ayuntamiento tarda meses en darte cita y en seguir tu caso”, lo que supone “un maltrato tanto a las profesionales que cobran salarios indignos”, como a la sociedad por “un servicio que se presta en muy malas condiciones a mujeres en situación de muchísima vulnerabilidad”.

A ese respecto, relató que a veces también existen casos de mujeres que “no pueden irse de casa de su agresor, porque no tienen salario, o porque no tienen un techo bajo el que guarnecer a sus hijos”. “Estamos hablando de una emergencia que el Ayuntamiento tiene que cubrir de forma inmediata”, zanjó.