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Más de la mitad de los jóvenes españoles necesitan ayuda familiar para cubrir sus gastos de vivienda
- Según el estudio ‘Jóvenes, vivienda y futuro’

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Más de la mitad de los jóvenes españoles necesitan ayuda familiar para cubrir sus gastos de vivienda, según el estudio ‘Jóvenes, vivienda y futuro’ impulsado por IKEA para “profundizar y conocer más de cerca la problemática del acceso a la vivienda para este segmento de la población”, junto con el instituto de investigación Ipsos y con la colaboración de Talento para el Futuro.
El estudio, para el que se han realizado 2.000 encuestas, cuyos resultados se presentaron este miércoles en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, aborda aborda la visión y la realidad con respecto a vivienda de dos generaciones de jóvenes diferenciadas: la “generación en transición”, formada por los jóvenes entre 18 a 24 años, con una independencia en pausa por los estudios y con una juventud prolongada en el hogar familiar, y la “generación en espera” formada por los jóvenes con edades comprendidas entre los 25 a 34 años, ya formados, que se enfrentan a un mercado inmobiliario complejo.
Según sus impulsores, el objetivo del trabajo es explorar nuevas perspectivas: como las barreras para afrontar proyectos vitales, el impacto en la salud mental o los nuevos modelos de vivienda. Marina Nieto, Insights Leader de IKEA en España, explicó que saben "que el hogar es donde sucede -casi- todo, pero para demasiados jóvenes es verdaderamente complicado construir uno propio. Los datos que repasamos hoy lo demuestran. Y quienes lo consiguen, lo hacen dependiendo en gran medida del apoyo familiar para cubrir gastos, lo que también genera una desigualdad dentro de los propios jóvenes. Además, es un problema que trasciende lo económico y les impacta negativamente en lo emocional. Con este estudio queremos dar voz a sus experiencias, poner datos y emociones sobre la mesa, y abrir un espacio de reflexión y acción que nos acerque a soluciones reales”.
Así, casi 6 de cada 10 de estos jóvenes españoles identifican los precios excesivamente altos, tanto en venta como en alquiler, como el principal obstáculo para acceder a la vivienda, junto con otros como la precariedad laboral, los requisitos excesivos para alquilar o comprar, o la especulación inmobiliaria. De hecho, el 52% de quienes viven de alquiler o pagan hipoteca afirman destinar entre un 30% y un 50% de sus ingresos a estos gastos.
Para compensar esta situación, más de la mitad de los jóvenes (51%) recibe ayuda familiar para sus gastos de vivienda, ya sea de forma regular u ocasional, convirtiéndose el “colchón familiar” en un amparo que palia las deficiencias del mercado de vivienda y la precariedad laboral, generando una profunda brecha de desigualdad entre los propios jóvenes, separando a quienes tienen este respaldo de quienes se enfrentan al sistema sin red de seguridad.
Como resultado, la dificultad para acceder a una vivienda fuerza a la población joven a aparcar sus planes de futuro. La consecuencia más extendida es la imposibilidad de ahorrar para el futuro. Además, uno de cada cuatro retrasa su emancipación de la casa familiar, el 20% limita su desarrollo personal a través de sus aficiones o invertir en ocio y el 19% aplaza la decisión de tener hijos.
Las mujeres sufren más intensamente la brecha salarial y el coste de vivienda, lo que retrasa aún más sus proyectos vitales: un 63% de ellas señala los precios como principal barrera para independizarse (vs. 52% de los hombres), y un 46% ha tenido que aplazar ahorrar para el futuro (vs. 41% de los hombres).
Con respecto a quienes identifican como principales responsables de garantizar viviendas accesibles, un 55% mencionan al Estado y un 32% a la colaboración entre empresas privadas y administraciones públicas. Sin embargo, casi 9 de cada 10 jóvenes sienten que las medidas tomadas por las administraciones son mínimas, percepción que se intensifica en el grupo de jóvenes 25 a 34 años.
Elsa Arnáiz, directora general y presidenta de Talento para el Futuro, señaló que “la vivienda es la gran fractura de nuestra generación: condiciona oportunidades, retrasa proyectos vitales y erosiona la confianza en el futuro. Desde Talento para el Futuro defendemos que garantizar un hogar digno es imprescindible para la salud mental, la cohesión social, y sobre todo, para fortalecer los pilares de nuestra democracia”.
Según Marina Navarro, Senior Client Officer de Ipsos, “el acceso a una vivienda adecuada es un obstáculo creciente para los jóvenes españoles, que ven sus aspiraciones relegadas y su bienestar emocional afectado. Es urgente innovar en políticas habitacionales asequibles mediante la colaboración entre sectores público y privado, clave para garantizar un futuro sostenible para las futuras generaciones”.
Todo este contexto tiene un importante impacto emocional en muchos de ellos: 6 de cada 10 jóvenes en nuestro país afirma que su situación respecto a la vivienda afecta a su bienestar emocional, generándoles estrés (43%), ansiedad (35%) y frustración (30%). Esta carga es más pesada para las mujeres que para los hombres, y para los jóvenes de 25 a 34 años.
En este sentido, el impacto de una vivienda adecuada transciende lo material, siendo para el 44% un motivo para mayor tranquilidad mental y, para el 43%, una herramienta de planificación para su futuro.
Ante un contexto altamente retador en lo que respecta la vivienda, la juventud española muestra una clara voluntad de explorar nuevas vías, con un 73% de jóvenes dispuestos a considerarlas. Se refieren especialmente a la rehabilitación de edificios vacíos (41%), las viviendas modulares (33%) o flexibles (33%) y al alquiler social o con criterios de justicia social (32%). Al mismo tiempo, otras medidas como ayudas directas o avales para jóvenes (30%), o la regulación de los precios del alquiler en zonas tensionadas (30%), se posicionan entre las principales soluciones o prioridades de cara a la situación actual.
Con respecto al hogar que anhelan, la demanda de los jóvenes se centra en lo fundamental: un precio asequible. Los jóvenes parecen conformarse con aquello a lo que creen que puede aspirar: una solución habitacional segura y funcional, pero, por encima de todo, que puedan pagar.
Con respecto al espacio que consideran más importante para su bienestar personal en su hogar, el dormitorio se posiciona como el primero de forma global, especialmente para el grupo de 18 a 24 años. En el tramo de 25 a 34 años la importancia del dormitorio cae y emerge con fuerza el salón.
(SERVIMEDIA)
24 Sep 2025
s/gja