Ambos ministros asistieron hoy en Madrid a la inauguración de la primera Oficina Integrada de Asilo y Refugio de España, destinada a tramitar los papeles para la regularización de extranjeros.

"Me parece que Fraga ha dicho algo normal; lo demás es una exageración", recalcó Corcuera, al tiempo dedesmentía que existan tensiones o discrepancias en su departamento por la política antiterrorista y las recientes manifestaciones de algunos de sus miembros, en concreto del secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, que en los últimos tiempos ha acaparado un excesivo protagonismo.

Corcuera aclaró que el presidente de la Xunta piensa que él actúa "de buena fe, al igual que lo creen alguno de ustedes", señaló dirigiéndose a los periodistas que acudieron al acto.

IGUAL QUE ANTES

Por su arte, Juan María Bandrés, eurodiputado y presidente de Euskadiko Ezkerra (EE), afirmó hoy que Manuel Fraga sigue opinando igual que hace treinta años, cuando ilegalizaba también a los democrátas. El político vasco se refería a las declaraciones del presidente de la Xunta sobre la ilegalización de HB.

"Fraga siempre me ha parecido tremendista. Me lo parecía cuando era joven y me lo parece ahora, que ya soy mayor. Creo que no ha cambiado mucho. Creo en la conversión de las personas, pero Fraga sigue opiando como cuando ilegalizaba a democrátas", dijo Bandrés a RNE.

El líder de EE manifestó, en referencia al debate sobre la posible ilegalización de Herri Batasuna, que las ideas políticas no son delictivas. "Uno puede pedir lo que sea. Si lo hace sin ponerle a uno una pistola en la nuca, no es delito. La libertad de expresión, de opinión, tienen que ser amplias, no deben tener barreras ni límites".

"Aunque se digan cosas muy desagradables hay que admitirlas. No creo en las ilegalizaciones sin másde las cosas que existen, pero eso no quiere decir impunidad", agregó.

Por último, señaló que "la violencia política no tiene cabida en la Europa en que estamos. No tienen ningún sentido ni ningún valor actitudes de esta naturaleza. Si a alguien le interesa invertir el orden, como, por ejemplo, que a ETA le pueda venir muy bien que en España hubiera un golpe de Estado o irritar a los militares, está totalmente equivocado".