Mayor Oreja aseguró que la estrategia frente a la banda etarra de Zapatero hará que España sea excluida del grupo de países que decidirá en los próximos años en la Unión Europea (UE) sobre cuestiones como la ampliación, lo que supondría, en la práctica, que los españoles se alejaran de sus socios comunitarios.

"No se vuelve al corazón de Europa dando la razón a los terroristas", aseguró el dirigente popular, quien añadió que tampoco ayuda al liderazgo internacional de España "el mal llamado proceso de paz y bien llamado proceso para la autodeterminación" del País Vasco.

En este sentido, el líder de los populares en la Eurocámara se refirió a que los retos que la UE tiene por delante harán necesaria "una mesa de liderazgo" entre los socios comunitarios, lugar que es donde Zapatero debería intentar estar.

"TRES O CUATRO NACIONES"

Destacó que ésta mesa europea es la única en la que España debe encontrarse y "no en las mesas de Perpiñán, el Tinell, de Estella", en referencia, respectivamente, al lugar donde el líder de ERC, Joseph Lluis Carod-Rovira, se entrevistó con ETA; al nombre del pacto del "tripartito" catalán; y al acuerdo que llevó a la tregua de 1998 declarada por la banda etarra.

En este sentido, Mayor Oreja también aludió a que el presidente del Gobierno también aleja a los españoles de los puestos de liderazgo en la UE con sus pactos con los nacionalistas, ya que supone entenderse "con los que han soñado toda su vida con romper España".

A este respecto, señaló que los ciudadanos deben preguntarse si los socios europeos van a dejar sentarse en la "mesa de liderazgo" a un presidente que tenga como "tarjeta de presentación europea" el haber permitido que en su mandato en el país que preside surjan "tres o cuatro naciones".

Por este motivo, el líder de los populares en la Eurocámara se refirió a que su formación debe constituirse en defensora de la idea de España y de la Constitución, pero no actuar como si no existiese la "ofensiva nacionalista" que está en marcha.

A este respecto, aludió a que, en lo referido al País Vasco y la política antiterrorista, el PP no puede aceptar cualquier estrategia frente a ETA, ya que esto no sería "centrismo", sino un "suicidio, una estupidez y una inmoralidad", algo en lo que se mostró convencido de que su formación no va a caer.