En declaracioes a Onda Cero, Mayor reconoció que hay "éxitos, fracasos, caras y cruces" en la política del Ministerio de Interior, pero se mostró convencido de que "en 1997 lso españoles pueden tener más tranquilidad en el comportamiento y en la actitud de las fuerzas de seguridad del Estado".

"Es verdad", indicó, "que ha habido nueve atentados de ETA, pero al mismo tiempo ha habido 123 detenciones de ETA, 10 pisos desarticulados, más de 100 personas detenidas de comandos 'Y', y 20 comandos 'Y' desarticulados".

El ministro añadió que "lo más importante es que ETA ha vuelto a fracasar en la sociedad vasca. Fracasó la gran huelga general, ha habido unas jornadas de insurrección y fracasó espectacularmente. Y en este año ha sido encarcelada toda la cúpula de Herri Batasuna y no ha sucedido nada en el País Vasco y en España".

Mayor Oreja resaltó la eficacia de la acción policial combinada con la judicial. "El resultado es que ha descendido muchísimo la violencia callejera porque hay una respueta judicial y polcial. El comportamiento de los jueces de la Audiencia Nacional en este tipo de delitos está resultando decidido, eficaz, en primera linea de la acción. Se ha demostrado una vez más que también con la violencia callejera lo que hace falta es que se cumpla mejor la ley. Más policía y más actuación judicial".

Sobre el acercamiento de presos, señaló: "yo no me siento ni un minuto con HB para hablar de la política penitenciaria ni de ningún tema, porque yo sé que ellos quieren hacer del frente de los preso un objetivo para prolongar la acción terrorista en el País Vasco".

"Yo tengo muy claro", agregó, "que la política penitenciaria no puede ser un punto de encuentro entre violentos y demócratas, sino que debe ser un punto de encuentro entre demócratas. La política penitenciaria debe ser individualizada y no va a haber masivos acercamientos ni operaciones de transacciones políticas en ese marco".

A su juicio, "a ETA le da exactamente igual el colectivo de presos. Le importa porque es un frente de lcha más, igual que sus comandos o lo de la violencia callejera. A ETA le da igual la suerte de sus presos. A ETA lo único que le importa es seguir teniendo poder, un poder que le da la utilización de la metralleta y de la coacción. Si nosotros nos dejamos chantear por Ortega Lara o por otra situación, ese Gobierno ya está chantajeado para siempre".