AL MENOS 50 MUERTOS Y 267 HERIDOS EN EL ACCIDENTE AEREO DE FARO
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Al menos 50 personas murieron -cifra que otras fuentes aumentaban a 80- y otras 267 resultaron heridas en el accidene de aviación ocurrido a primeras horas de esta mañana, cuando un DC-10 de la compañía holandesa Martin Air intentaba aterrizar en el aeropuerto portugués de Faro.
En el aparato, que realizaba un vuelo charter desde Amsterdam (Holanda), viajaban 327 pasajeros de distintas edades, que se disponían a disfrutar de varios días de vacaciones en la zona turística portuguesa del Algarve.
Aunque todos los heridos fueron atendidos en el hospital de distrito de Faro, muchos de ellos fueron trasladados postriormente a otros centros sanitarios de localidades próximas.
Los que tenían lesiones de carácter grave fueron conducidos en varios helicópteros de las Fuerzas Aéreas portuguesas a un hospital de Lisboa.
El ministro luso de Obras Públicas, Joaquín Ferreira do Amaral, declaró que las inclemencias meteorológicas pudieron haber causado el accidente, aunque dijo que para determinar con exactitud el origen del siniestro habrá que esperar a conocer los resultados de la información oficial que ha sido aierta.
Un piloto de la compañía portuguesa Airland Atlantic, que fue testigo del accidente, aseguró que el ala derecha del avión se inclinó hacia el suelo poco antes de entrar en la pista de aterrizaje y, posteriormente, se incendió.
El testimonio del piloto luso, que estaba a bordo de otra aeronave que se preparaba para despegar, coincide con el de varios supervivientes del desastre.
"TODO MUY RAPIDO"
Estos comentaron a Servimedia que pasaron mucho miedo y que pensaban que ninguno de ello podría salir vivo de aquel infierno. "Fue todo muy rápido y apenas tuvimos tiempo de saber qué es lo que pasaba realmente", indicaron.
"El viaje se había desarrollado sin problemas y todo era tranquilo hasta que, no sé si fue el ruido o el golpe del aparato, lo cierto es que temíamos que se tratase de un accidente o algo así", declaraban otras personas con lágrimas en lo ojos.
Por su parte, el director del aeropuerto de Faro señaló que en el momento de producirse el percance el temporal reinanteen la zona era terrible.
Sin embargo, destacó que la visibilidad y el viento de unos 36 kilómetros por hora no habían obligado a suspender otros vuelos. Añadió que el avión holandés no se incendió antes de entrar en contacto con la pista de aterrizaje.
A última hora de la tarde de hoy, un penetrante y desagradable olor a quemado permanecía en la zona donde hizo explosión el avión.
A pesar de la lluvia y el viento, durante todo el día de hoy numerosas personas, principalmente periodistas y efctivos policiales o del servicio contra incendios, se encontraban en el aeropuerto en busca de respuestas que explicaran la tragedia.
(SERVIMEDIA)
21 Dic 1992
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