Así se desprende del análisis del portal inmobiliario sobre el mercado en este ejercicio y sus previsiones para 2023, cuya agenda estará marcada por la “financiación”, que será el centro del “debate sectorial, mediático y posiblemente político”.

Para Idealista, la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE), el “rápido” encarecimiento que ha sufrido el Euribor, el coste de financiación de los bancos a largo plazo en los últimos meses y su impacto entre los nuevos y antiguos hipotecados “tendrá una influencia decisiva en el comportamiento del sector durante el próximo año”.

El portal estimó que en 2023 habrá una caída del volumen de transacciones hipotecarias para compra de vivienda respecto a este año, aunque seguramente siga habiendo “un fuerte dinamismo en el cambio de hipotecas variables a fijas, lo cual amortiguará el impacto”.

Asimismo, apuntó que el cambio “más notable” se producirá en el número de compraventas, donde se vea “una reducción del número de operaciones a nivel nacional y un estancamiento en los mercados más dinámicos” después de que 2022 haya sido “el mejor año en lo que a compraventas se refiere desde el estallido de la burbuja inmobiliaria”, acabando el ejercicio “con más de 600.000 viviendas vendidas”.

En cuanto a la oferta, esta se estabilizará tras caer un 7% en el último año. Así, según Idealista, los tiempos de comercialización “muy posiblemente se alargarán y los compradores volverán a tener opciones entre las que elegir”, aunque este “no será un proceso homogéneo y las zonas con menos demanda lo notarán antes y con más fuerza”.

Respecto al precio, el portal aseguró que no ha crecido “con fuerza” en 2022, si bien acabará en positivo en casi todos los mercados. Para 2023, indicó que parece “poco probable que asistamos a caídas de precio generalizadas en los grandes mercados durante los próximos meses”, pero “probablemente los precios se enfriarán y tomarán una senda estable”.

MERCADO DEL ALQUILER

En cuanto al mercado del alquiler, Idealista subrayó que aunque las medidas que se toman desde el Gobierno “parecen ir encaminadas casi de forma exclusiva a contener el precio de las rentas”, el factor que marcará la evolución durante 2023 será “sin duda la falta de oferta disponible”.

De esta manera, aseveró que el stock de vivienda en alquiler “no ha dejado de disminuir desde el fin de la pandemia”, reduciéndose un 25% en España en el último año, con porcentajes superiores en los mercados más dinámicos.

“Mientras la demanda no deja de crecer, la oferta de vivienda se va drenando sin que se produzca una reposición de las viviendas que terminan sus contratos”, explicó el portal, quien explicó que los motivos se encuentran en la “inseguridad”. Por un lado, apuntó a “la dificultad para recuperar la vivienda de forma rápida en caso de impago u ocupación” y, por otro, la inseguridad jurídica que provocan “todas las medidas que se toman o se anuncian desde los gobiernos que, lejos de favorecer la aparición de nuevo producto en el mercado, contribuyen a su desaparición”.

Para Idealista, nada hace pensar que esta tendencia en la disminución de oferta de viviendas disponibles vaya a revertirse en los próximos meses, aunque un pronóstico optimista podría hablar de “un freno a la sangría actual”. Así, la actual incertidumbre económica “podría retrasar de alguna manera la toma de decisiones por parte de los potenciales inquilinos, lo que prolongaría la permanencia de las viviendas en el mercado”.

Como consecuencia, la menor oferta “ha provocado tensiones en los precios en los principales mercados” y, sin políticas que fomenten la aparición de nuevo producto, los precios “podrían estar abocados a seguir subiendo, dificultando aún más el acceso a la vivienda a los colectivos que más lo necesitan”. No obstante, el portal indicó que el actual nivel de precios junto a la inflación merma las posibilidades de pago de los inquilinos, lo que “podría congelar los precios de los alquileres en algunas zonas”.