Cada declaración, en la que figurará un recuadro con dos huellas de la mano del bebé, quedará archivada en el Registro Civil y servirá como prueba inequívoca de identidad.

Con esta iniciativa, el Gobierno recoge las recomendaciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, destinados a dotar de mayor protección jurídica a los sistemas de identificación de los recién nacidos.

Hasta la fecha, sólo la Comunidad de Madrid, en uso de su competencias exclusivas en materia de sanidad, ha establecido para los nacimientos que tengan lugar en centros hospitalarios de la región un documento de identidad con las huellas dactilares de los recién nacidos.