El objetivo de asignar un asistente a cada diputado ya fue un empeño de la pasada legislatura que no se pudo hacer realidad. Ahora, los partidos mayoritarios han aceptado el principio de que cada diputado tenga su asistente, empezando por los partidos con menor representación.

Para ellos es de especial importancia esta asignación de personal, puesto que con muy pocos diputados, a veces con un sólo representante, tienen que atender el trabajo en pleno y comisiones, para el que los grandes partidos tiene varias personas.

Los directos beneficiarios serán ERC, IU-ICV, BNG, CC, NaBai y UPyD, que en mucho casos tenían que afrontar el pago de sus asistentes con los fondos del partido.

También las formaciones mayores, PSOE y PP, verán aumentar sus efectivos al servicio del grupo parlamentario, aunque aún no se ha concretado el número de asistentes adicionales que se podrán contratar a costa del Congreso.

El reparto de despachos y espacios de trabajo en la Cámara Baja sigue siendo objeto de controversia, como ocurre en todos los inicios de legislatura, y dado el espacio limitado en el Congreso los partidos tienen dificultades para llegar a acuerdos.