Biodiversidad

La mitad de los aguiluchos pálidos se vuelven sedentarios tras criar en España

- La época de cría concluye en esta época del año, según un estudio de SEO/BirdLife

MADRID
SERVIMEDIA

Cerca de la mitad de los aguiluchos pálidos afrontan una etapa de sedentarismo cuando finaliza la temporada de cría, que concluye en esta época del año.

Así se recoge en la publicación ‘Migración y comportamiento espacial de la población española del aguilucho pálido’, presentada este jueves en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), en Madrid.

El aguilucho pálido es la más amenazada de las especies de aguilucho que se pueden observar en la península Ibérica. Catalogada como ‘en peligro’ en el Libro Rojo de las Aves de España de SEO/BirdLife, se distribuye sobre todo en la mitad septentrional del país y nidifica principalmente en hábitats arbustivos de bajo porte, desde el nivel del mar hasta unos 1.800 metros de altitud.

Especie de medios abiertos que nidifica en el suelo, su población a escala estatal está en unas 1.000 parejas reproductoras, aunque se ha registrado un declive de más de un 20% sus poblaciones en las últimas décadas. Es más que previsible que esta tendencia regresiva de su población continúe en los próximos años, ya que las amenazas que le afectan continúan activas, según SEO/BirdLife.

La nueva monografía del programa Migra de SEO/BirdLife ofrece un estudio detallado y actualizado de los movimientos de esa especie de rapaz gracias a marcajes con dispositivos de seguimiento remoto en 41 individuos y al análisis de datos realizado por un equipo de la Universidad de Alicante.

“Existía información con escasas observaciones de invernada y de un bajo número de ejemplares en el continente africano, cuando se consideraba una especie con carácter exclusivamente europeo también durante la época invernal, pero ahora se detalla su área de ocupación en este periodo en este continente”, según Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Seguimiento de avifauna de SEO/BirdLife.  

TEMPORADA REPRODUCTIVA

El estudio indica que la temporada reproductiva del aguilucho pálido comenzaba en torno al 21 de marzo (con una variabilidad de 25 días) y se extendía hasta el 4 de julio (con 21 días de horquilla).

En general, la época de cría de estos individuos dura 104 días de media, con una desviación de 18 jornadas. Los individuos que habitan en latitudes más al norte tienden a comenzar su reproducción más tarde, como suele pasar en muchas aves de Europa y parte de Asia.

En promedio, las áreas ocupadas en este periodo abarcan 53,7 kilómetros cuadrados. Las principales áreas de actividad tienen un tamaño promedio de 6,2 kilómetros cuadrados.

Los machos tienden a cubrir áreas de campeo mayores que las hembras, además de recorrer distancias acumuladas superiores. Durante la época de cría, los aguiluchos pálidos muestran una tendencia general hacia el uso de terrenos agrícolas (72%), aunque también emplean hábitats con vegetación natural, especialmente zonas de matorrales (13 %).

MOVIMIENTOS POSREPRODUCTIVOS

A partir de los datos generados, se identificaron cuatro estrategias distintas de movimiento en cuanto termina la época de reproducción: sedentarismo con desplazamientos posreproductivos (un 40% de los casos), migración de corta distancia (28%), migración de larga distancia (22%) y sedentarismo (10%).

Esto refleja una gran variabilidad en el comportamiento de esta especie, lo que sugiere una notable capacidad adaptativa. De hecho, algunos aguiluchos muestran cambios en su estrategia de un año a otro y optan en ocasiones por migrar y, en otras, por permanecer cerca de sus áreas de cría.

La población de aguilucho pálido en España no solo muestra una diversidad de estrategias de movimiento posreproductivo, sino que también destaca por su capacidad de adaptación.

JUVENILES

Los datos revelan que, en su primer año de vida, los aguiluchos pálidos iniciaban sus desplazamientos el 21 de agosto, con una variabilidad considerable entre individuos (de unos 35 días).

Los jóvenes recorrieron distancias máximas y totales mayores en su primer año, lo que sugiere que estos movimientos son más exploratorios, mientras buscan conocer su entorno y adaptarse a él.

En el segundo año, parecen desarrollar un desplazamiento más eficiente, lo que podría indicar una mayor comprensión de su entorno y una optimización en sus trayectorias, producto de la experiencia adquirida durante su primer año de vida.

Respecto a las distancias recorridas, la distancia diaria media es de 170 kilómetros en otoño hasta sumar unos 995 kilómetros en esa estación. En primavera, baja a 140 kilómetros al día.

(SERVIMEDIA)
03 Jul 2025
MGR/clc