El estudio, realizado sobre un total de 6.500 personas de todas las comunidades autónomas, señala igualmente que el 41% de los menores de 13 años convive con algún fumador y que el 17% de los niños y jóvenes no fumadores tiene que sufrir el humo de compañeros y profesores en el colegio o en la universidad, a pesar de la prohibición del tabaco en estos ámbitos.

El trabajo indica que el 25% de los individuos no fumadores recibe humo en el trabajo; el 30% lo inhala en el hogar, y el 37% en los lugares de ocio.

Uno de cada cuatro fumadores pasivos (el 24,9%) soporta el humo en más de dos entornos y el 2,8%, en tres. El 60% de los encuestados refiere estar expuesto durante menos de cuatro horas al día; el 30%, de cuatro a ocho horas, y el 9%, durante más de ocho horas.

Seis de cada diez preguntados se declaró no fumador (el 59,8%) y la tasa más baja de no fumadores se situó entre los 41 y los 65 años.

Para Juan Antonio Riesco, presidente del Area de Tabaquismo de la SEPAR, "se trata de datos muy preocupantes y que revelan la permisividad actual con el tabaquismo".

"Un fumador pasivo que esté inhalando humo de tabaco diariamente durante años puede sufrir las mismas consecuencias para su salud que un fumador habitual", continúa Riesco, quien señala que "la diferencia es que el no fumador no elige fumar".

Las mujeres perciben más riesgo en el tabaco que los hombres; los mayores, más que los jóvenes, y los residentes en un entorno rural, más que los habitantes de la ciudad.