Altos niveles de sida, hepatitis, tuberculosis y otras enfermedades infecciosas relacionadas con el consumo de drogas se encuentran con frecuencia en las prisiones europeas. A ello se añade el hech de que muchos presos no están preparados, en el momento de su excarcelación, para ponerse en contacto con los servicios sociales y apuntarse a programas de desintoxicación.

El director ejecutivo de la European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction, Georges Estievenart, declaró que "sabemos que el consumo de drogas en prisiones es un problema en Europa y sabemos que los costes para los individuos y para las comunidades son considerables. El desafío para la política antidrogas de Europa es garntizar que nuestras prisiones trabajan para hacer que la situación sea mejor, no lo contrario".