Cultura
El Monasterio de Sijena, una joya histórica y patrimonial que vuelve a brillar

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Fundado en el siglo XII por la reina doña Sancha, esposa de Alfonso II, el Real Monasterio de Santa María de Sijena es la cuna de la Corona de Aragón. Entre sus muros ha acogido a princesas y reinas de la nobleza aragonesa y fue panteón de los reyes de Aragón. Custodió el tesoro real y sirvió también de archivo. Es, en definitiva, una joya patrimonial y arquitectónica que este año celebró 102 años desde que se declarase Monumento Nacional.
Tras dos años y medio cerrado y una inversión de más de 2 millones de euros, lo impresionante de la arquitectura del Monasterio de Santa María de Sijena se entremezcla ahora con una rica colección de arte sacro compuesta por 33 obras originales y seis facsímiles sobre la vida y el regimiento del monasterio desde sus orígenes. Estas piezas forman parte de aquellos bienes expoliados de los que Aragón lleva recuperados un total de 99 desde el año 2017. Además, en la exposición también se puede ver tres vídeos que permitirán al visitante conocer la historia del espacio y que versan sobre el proceso de restauración de las obras, la vida de las señoras de Sijena y sobre las pinturas murales de la Sala Capitular, pendientes de ser recuperadas.
Por primera vez los bienes y el Monasterio de Santa María de Sijena se pueden recorrer en una única visita. El recorrido arranca en la entrada al cenobio, por la Sala de San Juan Bautista, para pasar al característico pórtico de la iglesia, a su interior, a la capilla de San Pedro que albergaba el famoso panteón real, el claustro, la Sala Capitular y la nave de los antiguos dormitorios.
El monasterio de Santa María de Sijena vivió dos grandes momentos de esplendor artístico, uno muy cercano a la fecha de su constitución y un segundo en época Renacentista, en el primer momento de eclosión de carácter artístico cultural, impulsado por el patrocinio real. Se pudieron desarrollar grandes proyectos como el Gran Retablo Mayor que ornaba el altar mayor de la iglesia de Santa María de Sijena o la decoración escultórica de los retablos. También el gran conjunto del Santo Entierro, que se encontraba en la Sala Capitular, y que ahora se puede ver después de una laboriosa y compleja restauración.
Adentrarse en la nave de los antiguos dormitorios para admirar la exposición es hacer un viaje por las distintas etapas del arte a través de piezas únicas como una puerta prioral, de dos hojas y estilo mudéjar, del siglo XIII, o el grupo escultórico del Santo Entierro de Gabriel Joly que se situaba en la Sala Capitular y no se exhibe desde 1936. Destaca también la tabla de la presentación de Jesús en el templo, perteneciente al retablo mayor renacentista que ornaba el altar mayor, obra de Rodrigo de Sajonia, el Maestro de Sijena, y su taller, del siglo XVI.
En este recorrido por la exposición de los bienes culturales y por cada uno de los espacios del monasterio, el visitante puede descubrir, entre otras, la que es la sala más importante de esta joya patrimonial: la Sala Capitular. Allí se pudieron contemplar durante unos años las pinturas que conformaban la conocida como 'Capilla Sixtina del románico'. Pinturas que, actualmente, se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña a la espera de que el Tribunal Supremo ratifique la ejecución de las dos sentencias por las que se establece su regreso a Aragón. Por el momento, una colección de arte sacro embellece el monasterio.
Las entradas para visitar el Monasterio de Sijena se pueden adquirir en la página web de Turismo de Aragón. Estas tienen un precio de 9 euros la tarifa general y de 4,50 reducida (mayores de 65 años, niños de 6 a 14 años, carné joven, familia numerosa, grupos de 20 personas o más), mientras que el acceso será gratuito para niños hasta 5 años. La visita tiene una duración de 40 minutos y en la venta de entradas en la web se venden como tope 25, pero en los grupos se admite hasta 30 personas.
(SERVIMEDIA)
21 Mayo 2025
s/gja