Según la institución humanitaria, la situación de Mozambique sigue siendo crítica. El nivel de las aguas del río Limpopo, cuyo valle fue la zona más gravemente afectada por las inundaciones de febrero en Mozambique, ha vuelto a crecer y a anegar las tierras de suentorno obligando de nuevo a la población a huir hacia zonas más seguras.

Miles de personas se encuentran desplazadas sin poder volver a sus casas, bien porque han desaparecido arrasadas por el agua, bien porque las condiciones en que se encuentran son infrahumanas.

Al menos 250.000 personas están viviendo en los más de 70 albergues provisionales que hay actualmente en Mozambique, donde están recibiendo asistencia de la Cruz Roja Internacional y de otras organizaciones humanitarias.

Las enfemedades y la falta de agua potable son dos amenazas para la población de Mozambique. Las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona están desarrollando programas de prevención de enfermedades para intentar que los casos de cólera y malaria no se extiendan.

Asimismo, están distribuyendo 100.000 folletos informativos sobre las enfermedades que se pueden contraer por la contaminación de las aguas y distribuyen paquetes higiénicos entre la población más afectada.