Para la ministra, es fundamental que se adopten, de forma generalizada, restricciones al consumo urbano de agua, como a la hora de "limpiar calles y regar jardines", algo que se sigue haciendo con agua potable en muchas ciudades de España pese a que "en muchos casos ya lo podemos hacer con agua depurada".

Narbona, que clausuró hoy un curso sobre el aprovechamiento de los recursos hídricos, señaló que "no necesitamos restricciones en muchas zonas deEspaña" y recordó que "no hay que crear ninguna alarma porque hasta ahora (...) hemos conseguido que no haya ninguna ciudad con restricciones al uso doméstico" y "hasta que no se pongan en marcha determinados indicadores de alerta" no será necesario hacerlo.

En cualquier caso, matizó que, "cuando yo he hablado de restricciones, me he referido a un proceso gradual donde las primeras limitaciones tienen que ser a los regadíos", porque "en las ciudades hay medidas adoptadas por la comunidad autónoma de turno para reducir el consumo de agua" que "obviamente" deberán seguir en marcha "si la sequía permanece".