El sector mercante considera una amenaza para la industria naviera la constante huida de los buques más competitivos de la zona a otros registros extranjeros, y para ello ha acordado un plan para el período 1995-1998, que recoge dos medidas básicas de apoyo al sector, la constitución del Fondo de Garantías y la reforma de los incentivos fiscales que tiene el Registro Especial de Buques en Canarias.

Según ANAVE, la patronal de empresas navieras, el fndo estaría dotado con aportaciones económicas de las propias empresas que se beneficien de su aval y del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA), y su finalidad sería constituir garantías para cubrir entre un 20 y un 30 por cien de la financiación necesaria para construir o comprar el barco.

Esta ayuda del fondo se complementaría con la hipoteca del propio buque, que podría cubrir entre un 50 y un 60 por cien, de manera que el esfuerzo financiero inicial del armador se limtaría en torno al 20 por cien del coste del barco.

El sistema, según ANAVE, se aplicaría tanto para construir buques nuevos en astilleros nacionales y extranjeros como a para la compra de buques de segundo mano, si bien los encargos de barcos a embarcaciones nacionales podrían avalarse, en lugar de por el fondo, por el constiuido por el sector de la construcción.

Además, los empresarios proponen que las aportaciones al fondo tengan una reversión, ya que las empresas y el Estado mantendrían la titlaridad de esas dotaciones y su rentabilidad financiera, de manera que podrán recuperarlas, las empreasas mediante una reducción de las primas anuales, y el Estado cuando se extinga el riesgo que afianzaba.

La patronal naviera justifica la urgencia de este plan en que la flota registrada en España no llega al millón de toneladas, un 12 por cien de la que había en 1980; que el 56 por cien de los buques que operan ahora bajo bandera española tendrán más de 20 años en 1999, y que la balanza de fletes tenrá un déficit de 200.000 millones de pesetas a finales de año y puede llegar a los 300.000 al final de la década.