LOS NEUMOLOGOS ACONSEJAN UN PAR DE BESOS A LOS ACATARRADOS, MEJOR QUE DARLES LA MANO, PARA EVITAR CONTAGIOS

MARID
SERVIMEDIA

El riesgo de contagio es mayor si a un amigo o a una amiga acatarrada le saludamos con un apretón de manos, en lugar de con dos besos en la mejilla, ya que las manos son una de las principales vías de contagio de cataros y resfriados, más incluso que la boca o las vías respiratorias, según ha puesto de manifiesto el neumólogo Carlos Ávarez.

El doctor Álvarez es uno de los expertos de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (NEUMOMADRID) y asegura que el promedi anual de infecciones respiratorias de vía aérea supeior es de 2 a 4 en adultos, y muchas más en niños, puesto que el contagio es muy fácil.

En el supuesto de que la falta confianza no permita sustituir por besos en la mejilla del acatarrado el tradicional apretón de manos, el especialista advierte que el riesgo de contagio puede reducirse teniendo la precaución de lavarse las maos y evitando hasta ese momento frotarse los ojo o la nariz.

"Lavarse frecuentemente las manos con agua caliente para eiminar los virus acumulados en la superficie de la piel es una medida muy útil, tanto para las personas acatarradas como para las que están en contacto con ellas", señala el doctor Álvarez.

La razón por la que el contagio es tan fácil es que la rinitis aguda, catarro o resfriado común se debe a varios tipos de virus diferentes. Entre los más frecuentes están los rinovirus, de los que hay más de cien serotipos distintos. Por este motivo, las personas infectadas no adquieren inmunidad que les proteja frnte a nuevas infecciones, y no es fácil obtener una vacuna eficaz.

Para reducir el riesgo de contagio, los expertos recomiendan no secarse las manos en la misma toalla que haya usado una persona acatarrada, utilizar pañuelos de usar y tirar, consumir líquidos en abundancia, administrar al afectado gotas nasales a base de suero salino fisiológico y guardar reposo si el malestar o la fatiga son acentuados.

Por el contrario, advierten que para el organismo no es bueno abrigarse en exceso, ya que obsaculiza la respiración y secreción normales de la piel.

Aunque a veces se confunden los síntomas del catarro con los de la gripe, en el primer caso no provoca fiebre o si lo hace no alcanza temperaturas muy elevadas. Sin embargo, el lagrimeo, la mucosidad y obstrucción nasal, los estornudos y el dolor de garganta suelen revestir mayor intensidad en los resfriados que en los procesos gripales.

(SERVIMEDIA)
12 Feb 2004
GJA