Superman, Batman y Luke Skywalker para ellos; princesas, hadas, brujas y magas para ellas. Los niños disfrutan caracterizándose en Carnaval de sus ídolos de fantasía, procedentes unos de la imaginería tradicional y otros de la fábrica de sueños de Hollywood. Los mayores, por su parte, prefieren trajes de la Edad Media y del XVIII, el empelucado siglo de Mozart.

Las tiendas de disfraces también reciben numerosos encargos de vestidos para las representaciones de Carnaval en los colegios. Los más pequeños prefieren disfrazarse en grupo bajo una temática común, pero cuando crecen se vuelven más individualistas.

El alquiler de un disfraz pueda salir por unos 15 o 20 euros para los pequeños y 30 euros para los mayores, todo en función de las tallas y dimensiones. Asimismo, la compra de un disfraz sale desde los 10 hasta los 50 euros, según la complicación que lleve su elaboración.