Ls responsables sindicales y el ministro reabrirán mañana la mesa negociadora de la siderurgia, tal y como acordaron el lunes pasado, en la reunión mantenida coincidiendo con la llegada a Madrid de los trabajadores de Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya (AHV) que protagonizaron la "Marcha de Hierro".

Aunque Aranzadi ha dejado bien claro que en las negociaciones que se retoman mañana sólo se discutirán las coberturas sociales de los excedentes laborales, fuentes sindicales consultadas por Servimedia asegraron que acudirán a la reunión para defender su alternativa frente al plan del Gobierno.

El plan del ministerio establece una reducción de la producción a 4,5 millones de toneladas anuales y el desmantelamiento de dos de los seis hornos de Ensidesa y los tres de AHV. Estos últimos serán sustituídos por una miniacería compacta que se construirá en Sestao.

Los sindicatos, por su parte, piden que no se reduzca la capacidad productiva de Ensidesa y AHV. Las fuentes sindicales consultadas por esta agncia señalaron que estan dispuestos a negociar una reducción de la producción y de la plantilla por necesidades del mercado, pero no a cerrar instalaciones, ya que consideran que la caída del mercado de acero es coyuntural.

Por lo que se refiere a los excedentes laborales, el plan del Gobierno prevé un total de 9.707, de los que unos 600 o 700 se acogerían a bajas voluntarias incentivadas y el resto a prejubilaciones. El plan destina un volumen de fondos a la cobertura social de 300.000 millones (100.00 para los pensionistas actuales y 200.000 para los nuevos excedentes).

Los trabajadores afectados por esta reconversión se acogerán a las jubilaciones anticipadas a los 52 años y recibirán el 77 por ciento de su salario bruto. Su fecha real de jubilación será a los 60 años. Los sindicatos piden que los trabajadores que se prejubilen a los 52 años se jubilen definitivamente a los 65, para que su pensión se calcule con el cien por cien de su base reguladora.

Los sindicatos esperarán a la reunión e mañana con el ministro y los días siguientes tienen previsto reunirse para convocar nuevas movilizaciones. Fuentes de UGT consultadas por esta agencia señalaron que propondrán la convocatoria de huelgas intermitentes (dos o tres días por semana), ya que "una huelga indefinida no podrían aguantarla los trabajadores durante mucho tiempo".