Díaz fue esta vez la primera en tomar la palabra en el acto político celebrado en la plaza de la Catedral gaditana, pero se vio interrumpida por la entrada por un lateral de los trabajadores, con cascos azules y blancos, al grito de "Ni un paso atrás en la lucha del metal".

Los simpatizantes y colaboradores de Sumar que llenaban la plaza protestaron por la irrupción, pero algunos de los obreros consultados por Servimedia aseguraron que no pretendían atacar a Díaz, sino simplemente pedirla que visibilice su problema, que arrastran desde hace dos décadas sin que Navantia ni el Gobierno solucionen su precariedad laboral. "¿A quién se lo vamos a pedir si no? ¿Al PP?", preguntaron con ironía, denunciando que la contrata incumple el convenio sin que nadie haga nada.

De hecho, Díaz había comenzado su intervención solidarizándose con los cuatro trabajadores despedidos de Navantia y exigiendo su reincorporación

Los empleados de la contrata, en todo caso, silenciaron a Díaz, quien dio paso a la número tres de Sumar al Senado por Cádiz, Leticia García; al número dos al Congreso, Raúl Ruiz-Berdejo; y a la cabeza de lista, Esther Gil. Y seguidamente el escenario se desmontó sin que Díaz retomara su intervención.