Así consta en su último informe ‘Strengthening the Foundations for Growth’ publicado este lunes, que muestra que España liderará el crecimiento económico de la eurozona en ambos años.

La institución marca distancia con las previsiones del Gobierno, que el pasado martes indicó que mantiene su estimación de crecimiento del PIB para 2024 en el 2%, medio punto porcentual más que la OCDE. Sin embargo, la previsión se sitúa en consonancia con la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha pronosticado un crecimiento para España del 1,5% del PIB este año y del 2,1% para 2025.

La OCDE destaca que las “altas tensiones geopolíticas” representan un “riesgo importante a corto plazo” para la actividad y la inflación, especialmente si “el conflicto en Oriente Medio altera los mercados energéticos”. Destaca la necesidad de una “mayor cooperación internacional” para “reactivar el comercio mundial, coordinar el progreso hacia la descarbonización y aliviar la carga de deuda en los países de bajos ingresos”.

Por otro lado, la OCDE prevé que la inflación en España descienda al 3,3% en 2024, lo que supone una revisión a la baja de cuatro décimas. Para 2025, sin embargo, estima una revisión al alza de dos décimas, hasta el 2,5%.

ZONA EURO

En comparación con la zona euro, España presenta un mayor crecimiento del PIB estimado para los próximos ejercicios. La OCDE revisa a la baja las previsiones de Alemania y Francia, tanto para 2024 como para 2025.

Así, estima que el PIB de Alemania se reduzca en tres décimas y en una décima en 2024 y 2025, respectivamente, y crezca un 0,3% y un 1,1%.

Por su parte, proyecta que el PIB de Francia se reduzca en dos décimas este año respecto a la estimación anterior, hasta el 0,6%, y se mantenga el próximo año, hasta colocarse en el 1,2%. Para Italia, por último, el organismo mantiene su previsión de crecimiento en el 0,7% para 2024 y en el 1,2% para 2025.

Con estos datos, la OCDE augura que, de media, la eurozona crecerá un 0,6% este año, lo que supone una revisión a la baja de tres décimas respecto a su última previsión. Ocurre lo mismo con 2025, un año en el que el organismo estima que el PIB de la zona euro aumente un 1,3%, lo que supondría dos décimas menos respecto a los anteriores datos.

En cuanto a las previsiones mundiales, el PIB se expandirá un 2,9% en 2024, dos décimas más que en la anterior proyección, y un 3% en 2025, conservando así la previsión de su último augurio. Asimismo, subraya que “las bases para el crecimiento futuro deben fortalecerse” mediante “reformas políticas para mejorar la educación, el desarrollo de habilidades y reducir las limitaciones en los mercados laborales”.

Añade que “se necesitan marcos fiscales de medio plazo bien diseñados” con el objetivo de “proporcionar flexibilidad para responder a shocks futuros”.